Por lo que se termina por sentir la necesidad de agradecer de una forma sincera y profunda a esas personas que confían en que el cambio en cultura es posible. Que es posible una nueva forma de acercamiento entre los públicos-ciudadanos y los discursos de los artistas. Desde la calle, desde ese punto descentralizado que es Solar brota esa conexión que nunca debió romperse. Una ciudadanía que dispensa desde el espacio de convivencia que es la ciudad una protección más que loable a este pequeño núcleo radiante.
Por eso hoy les presentamos qué es De Manifiesto, ese crisol de tres poéticas artísticas entre cuerpos, reflejos y posicionamientos. Esto es...
Buscar
similitudes entre la ciudad y los cuerpos que la habitan es una exigencia, pues
es el cuerpo el elemento que la recorre.
La ciudad como paisaje urbano es habitado y usado por figuras que laten,
efímeras y deambulantes. Solar es el entorno ideal para poner en relación estos
dos conceptos Urbe/cuerpo, Público/privado. La ciudad como enjambre de calles y
manzanas cuyas arterias son de uso público y el cuerpo como la noción de
“objeto” privado, de frontera y limitación con el espacio circundante que lo
recorre.
La forma
de comportamiento del cuerpo en la ciudad es el civismo, es decir, el respeto que parte de lo privado
hacia lo público. Diferentes disciplinas
plásticas dialogan aquí sobre el concepto del reflejo-como elemento cívico de
relación con el entorno- y del cuerpo humano –realidad física e íntima del
transeúnte- poniendo en relación la imitación plástica haciendo uso de
simbolismos como la naturaleza del
cuerpo y su reverberación difusa.
Esta propuesta
departe acerca de las relaciones entre los seres humanos cuando se materializan
los deseos más íntimos a la vista de los demás –el reflejo como imagen
manifiesta o forma de reconocimiento de algo interior-, como una imagen pública
de algo que nos era desconocido. Como transeúntes nos tropezamos en Solar,
interrumpimos el paseo urbano para ver nuestro propia imagen.
Las
formas plásticas deambulan bajo la voluntad de compartir hasta un espacio de
encuentro que parte desde lo privado a la generalidad de sentidos, sentimientos
y encuentros públicos. Estos reflejos ponen de manifiesto otra cosa diferente
al cuerpo situado frente a él. Y Genera una dicotomía entre imágenes reales,
capturadas e inventadas, entre la ciudad real y la ciudad ideal, entre el espacio
público y cuerpo privado.